sábado, 6 de mayo de 2017

Qué Es el Ego Exactamente y Cómo Trascenderlo de Forma Eficaz

Qué Es el Ego Exactamente y Cómo Trascenderlo de Forma Eficaz


català / castellano
 El ego.
El famoso ego.
Se habla mucho de él, ¿verdad? Y normalmente no demasiado bien…
Que si es malo malísimo, que si es el origen de todos nuestros problemas, que si hay que borrarlo completamente de nuestras vidas…
Pobrecito, ¿no?
Hoy hablaremos de qué es el ego exactamente, y de qué hacer con él.
No se trata de eliminarlo. Para nada.
Podemos hacer algo muchísimo mejor que esto.

Qué Es el Ego

El primer paso para entender bien el ego es definirlo correctamente. Actualmente hay una pequeña confusión al respecto.
En general, y sobre todo en entornos de espiritualidad y crecimiento personal, usamos la palabra “ego” para referirnos a esa idea que tenemos en nuestra cabeza que nos dice que somos una determinada persona, con un determinado cuerpo y una determinada personalidad.
Es decir, normalmente usamos el término “ego” para referirnos al cuerpo y la personalidad.
Pero el ego no es exactamente esto. Es algo mucho más simple y sutil.
El ego es la idea que cada persona tiene de sí misma. Y esta idea no tiene porqué ser el cuerpo y la personalidad. Puede ser muchas otras cosas.
Si crees que eres una persona con unas determinadas características, tu ego será la imagen de esta persona; si crees que eres una parte de la naturaleza, tu ego será esa parte de la naturaleza; si crees que eres un foco de luz, tu ego será pura luz.
Tu ego es aquello que tú crees que eres.
Sea lo que sea.

¿Tenemos que Eliminar el Ego?

Actualmente, está muy extendida la idea de que el ego es algo “malo” que hay que eliminar. Esto viene del hecho de creer que el ego es nuestro cuerpo y nuestra personalidad.
Pero, como hemos visto, el ego no es el cuerpo y la personalidad. Es simplemente la idea que tenemos de nosotros mismos.
Y esto no tiene porqué ser negativo. Tener una idea de uno mismo no es negativo por definición.
Lo que es negativo es que esta idea sea limitada. Si yo creo que soy una persona concreta independiente de las demás, es muy fácil que en algún momento crea que tengo que luchar contra otras personas para defender mis intereses. Pero si yo creo que soy parte inseparable del Universo, y que mi papel es colaborar para que todo fluya con amor, entonces mi ego no es un problema en absoluto.
El problema no es tener ego. El problema es tener un ego limitado, y creer que somos una persona aislada independiente de nuestro entorno.
Y, por lo tanto, la solución no es eliminar el ego. La solución es ampliarlo.
Eliminar el ego significaría dejar de tener cualquier idea sobre nosotros mismos. Tengo mis dudas de si hacer algo así es posible sin dejar de existir (¿cómo dejar de tener una idea sobre uno mismo sin dejar de existir?). Pero, más importante que esto, es que el simple hecho de intentar eliminar el ego nos aleja del amor incondicional. Querer eliminar algo es lo contrario de amar.
Ampliar el ego, en cambio, significa no eliminarlo, sino transformarlo en algo mejor. Significa darnos cuenta de que somos algo mucho mayor que nuestro cuerpo y nuestra personalidad.
Ampliar el ego significa tomar conciencia de que estamos unidos a todo lo que existe, y que, cuando decimos la palabra “yo”, en realidad nos estamos refiriendo a todo el Universo.
Este es un proceso mucho más hermoso.
Y es el mejor camino para trascender los límites de nuestra vida actual.

Cómo Trascender los Límites de Tu Ego Actual

Es posible que la idea de ampliar el ego te resulte extraña. Estamos demasiado acostumbrados a verlo como algo malo.
Para entenderlo mejor, te propongo un pequeño experimento. Imagínate que eliges una persona al azar y le preguntas “¿tú quién eres?”
Lo más probable es que te responda “yo soy tal persona”, ¿verdad?
Ese es su ego. Es su idea de sí misma.
Pero ahora imagínate que le haces la misma pregunta a uno de los grandes maestros espirituales que han caminado por la Tierra. Lo miras a los ojos y le preguntas: ¿tú quién eres?
¿Qué crees que te responderá?
Con mucha probabilidad, te dirá algo así: “yo soy parte de todo lo que existe. Soy parte de las montañas, los ríos, el aire y el Sol. Soy también parte de ti, y tú eres parte de mí. Estoy en todo, y todo está en mí.”
¿Sabes lo que esto significa? Que también tenían ego. Los grandes maestros también tenían en su mente una idea sobre lo que ellos eran.
La diferencia es que, en su caso, esta idea era muy amplia. La idea de sí mismos lo abarcaba todo, porque se sentían unidos a todo.
Esto es lo que tenemos que hacer los demás para desarrollar nuestra luz al máximo.
No se trata de eliminar cualquier idea que haya en tu cabeza sobre lo que eres, sino ampliar esa idea para que abarque todo lo que existe.
Tener un ego así no es un problema. Al contario.
Es una bendición para todo el Universo.

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